A mediados del siglo pasado, la Provincia de Castilla de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) decidió hacer realidad la idea de fundar en la ciudad de Burgos, con motivo de los 400 años de la muerte de su fundador (1550-1950), un recurso asistencial. Así, siendo M.R.P. provincial el hermano Antonino Núñez Vicente, burgalés de nacimiento, adquirió una finca denominada antigua huerta de Los Madrazos, situada entre el Paseo de la Isla y de Los Cubos, de una superficie superior a los 14.000 metros cuadros.
La escritura de compraventa fue firmada ante el notario Ursicino Vitoria el 23 de abril de 1951 y, después de salvar no pocos contratiempos y dificultades en cuanto a la autorizaciones y permisos para su construcción, el Hospital San Juan de Dios de Burgos abrió sus puertas el 15 de enero de 1956 como clínica médico-quirúrgica. Actualmente, forma parte de la red sanitaria de Burgos y se posiciona como un centro complementario a hospitales de agudos del Sistema de Salud de Castilla y León (Sacyl).
El edificio consta de tres cuerpos, uno central y dos laterales gemelos, y cuatro plantas. La planta noble, con acceso por la fachada principal, comunica con la capilla, de estilo neogótico y decoración a base de nervios y pilastras, ventanales con vidrieras artísticas al igual que el baptisterio. El altar es de madera de castaño con perfiles dorados y el retablo está formado por cinco cuerpos. Se dispuso de espacios para vivienda de las comunidades religiosas, tanto de los hermanos como de las hermanas de la Caridad de Santa Ana para atender a la sección de mujeres.
Ayudar a nacer y vivir hasta el final
A lo largo de su historia, la clínica se ha tenido que adaptar a las necesidades de la sociedad y demandas sanitarias de la población con la incorporación a su cartera de servicios de nuevas prestaciones. En este sentido, de ser una clínica médico- quirúrgica con un importante servicio de Ginecología y Maternidad, en 1981 apostó por la atención a enfermos de larga estancia y la rehabilitación física de pacientes tras la firma de un concierto con la Seguridad Social.
En 1984 se abrió una sección de Geriatría y cinco años más tarde, en 1989, se empezó a compatibilizar la asistencia pública con la atención a clientes privados, de compañías de accidentes de tráfico y de entidades aseguradoras.
Ya en el año 1995 se prescindió de la Maternidad. Más de 18.000 burgaleses han nacido en este hospital, lo cual explica que varias generaciones de ciudadanos burgaleses que, de una manera u otra, tengan cierta vinculación afectiva con el hospital.
Entre los años 1990 y 2010 se trabajó codo con codo con la sanidad pública al objeto de eliminar las listas de espera médico-quirúrgicas, atendiendo también a pacientes de media y larga estancia, de carácter subagudo, pluripatológico y de edad avanzada, teniendo como referencia los Cuidados Paliativos tanto a nivel ambulatorio como de hospitalización.
Un servicio cuya finalidad es prestar asistencia a las personas que se encuentran en la fase final de su vida para eliminar el sufrimiento físico de la propia enfermedad y, por otro lado, mantener el equilibrio emocional a la hora de enfrentar el momento de la muerte.
Reforma integral de 16,7 millones de euros
Sin detener la actividad asistencial en ningún momento, las obras de la primera fase de reforma de las instalaciones del Hospital comenzaron en enero de 2009 con la intención de convertirse en “un referente en Medicina Interna” y culminaron en marzo de 2011, una vez concluida la remodelación del ala derecha en una segunda etapa para sumar servicios de Radiodiagnóstico, Laboratorio, Área Quirúrgica y una Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA).
Una reforma integral, con una renovación total del equipamiento, acometido tras una inversión de 16,7 millones de euros con el fin de ganar funcionalidad y aumentar la comodidad de los pacientes y de sus familias, su razón de ser, al ofrecerles 80 habitaciones distribuidas en tres plantas –de las que el 82 por ciento son individuales- y un total de 20 consultas externas en un entorno revestido de colores alegres y 'salpicados' con el logotipo de la orden: la granada.
Entre los años 2010 y 2013 el Hospital desarrolló su plan estratégico y en 2014, tras la complicada negociación en la que se llegó a involucrar el propio expresidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se acordó un pago por proceso, algo que después se amplió en un nuevo convenio que se rubricó en 2015 tras un concurso al que solo se presentó el Hospital San Juan de Dios de Burgos.
Ese año el gerente del Hospital de San Juan de Dios de León, Juan Francisco Seco, asumió la dirección del centro burgalés en sustitución de Guillermo Pérez-Toril, que estaba en el cargo desde febrero de 2011. Una labor que con anterioridad recayó en el hermano Florentino Martínez de la Cerda.
Convenio Singular de Vinculación con Sacyl
Entre 2012 y 2017 la aportación anual media realizada por el Ejecutivo autonómico ascendió a 4,2 millones de euros mediante conciertos limitados a la hospitalización. Y ya a finales de 2018 se selló un nuevo documento, que expiró el pasado 31 de diciembre de 2020, por el que el Hospital se vinculó a Sacyl a cambio de 5,3 millones anuales para atender a 950 pacientes en el área de Hospitalización y realizar 1.900 procesos quirúrgicos de las especialidades de Cirugía Vascular, Traumatología, Oftalmología, Otorrinolaringología y Cirugía General.
El Hospital, que tiene el Sello de Excelencia Europea EFQM 400+, realizó una inversión cuantiosa para la dotación de equipos de electromedicina, material quirúrgico y elementos técnicos dentro de quirófano. Igualmente, organizó el circuito con el fin de que conseguir la máxima coordinación entre los servicios, desde admisión a hospitalización, aunando eficiencia, seguridad clínica y calidad en la atención al paciente quirúrgico.
Este convenio, ante la imposibilidad de cubrir los costes fijos, variables y permanentes ocasionados por la actividad asistencial realizada, es el que ahora se ha prorrogado a la espera de un nuevo acuerdo que subsane el desajuste económico y satisfaga a ambas partes.